Cómplices en el tiempo

En la bruma donde el tiempo se esconde,
donde el día no parte y la noche no llega,
suspendo este amor que callado responde,
prisionero en un alma que sola navega.

Te invito a perderte en mis pasos callados,
a ser mi confidente, mi eterna aliada,
a unir nuestras sombras, a estar a mi lado,
a tomar mi destino en tu piel abrazada.

Tomar tu mano sería mi rito,
como un astro en la niebla del mar,
mas callo este amor, condenado y maldito,
por miedo a que nunca me puedas amar.

Mis sentimientos son clavos ardientes,
que en mi piel se clavan sin darme final,
pues tu ausencia los deja latentes,
dolor infinito, castigo inmortal.

Vuelvo a las calles que juntos cruzamos,
buscando en el eco tu risa, tu voz,
y en cada esquina mis pasos reclaman
si acaso en tus ojos me aguarda tu amor.

Siento que el viento te roba despacio,
como el río deshace la piedra en su andar,
y no sé cómo darte mi espacio,
sin verte perderte, sin verte olvidar.

Te amo en las sombras, en sueños y versos,
en la brisa que nunca te dirá,
que este amor es más hondo que el cielo,
pero nace y se ahoga en su mar.

Eres el alma que quema mis noches,
eres la amiga que no debo amar,
y aun con mis labios sellados en roces,
no dejo de en sueños buscarte y callar.

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