Susurros en el Viento

Miras el mundo con ojos de lluvia,
acaricias la brisa con dedos de sol,
resplandeces en sombras calladas,
latiendo en la voz de un viejo farol.

En cada rincón donde el alba despierta,
nace un susurro que lleva tu olor,
ecos dispersos en luces inciertas,
deshacen tu nombre en brumas de amor.

Mareas de instantes que nadie percibe,
aromas de viento que dejan su piel,
raíces de besos que nunca se dicen,
luceros que callan y esperan volver.

En noches de fuego, entre las cenizas,
navega el reflejo de un alma fugaz,
emerge tu sombra entre las sonrisas,
deshaces la ausencia en un dulce cantar.

Los días transcurren sin prisa, sin pausa,
encienden mi alma con huellas de ayer,
necesito el eco de aquella esperanza,
encuentro tu rastro en cada atardecer.

Miradas furtivas de luna y de escarcha,
aroma que el viento no quiere soltar,
raíces profundas que el tiempo no arranca,
latidos que insisten en no olvidar.

Entre suspiros que flotan sin dueño,
naufragan las letras que forman tu voz,
encadenan mi pecho a un viejo misterio,
despiertan recuerdos de un sueño feroz.

No hay tinta que pueda aferrarte a mis manos,
eres el río que escapa al papel,
nombres que el aire deshace temprano,
ecos de un labio que vuelve a nacer.

Murmullos de olas que besan la arena,
aves errantes que siguen tu andar,
resuenas en ecos, en luces ajenas,
sigues latiendo, sin nunca estar.

Eres el ritmo en mi mar de silencios,
nadie pronuncia tu nombre al pasar,
envuelto en mis versos, escrito en el viento,
deshaces tu huella y vuelves a estar.