Caminos de distancia

Por momentos, nuestros caminos se han cruzado,
como ríos de fuego en un mismo costado.
Desde lejos llegamos, desde lejos partimos,
pero nunca en la senda los pasos fundimos.

Nos miramos de lejos, nos sentimos de cerca,
dos lunas gemelas que el alba dispersa.
Paralelos perfectos, condena o destino,
sombras errantes marcando el camino.

Extiendo mi mano, y el aire la quiebra,
mi voz te reclama, mas el eco se quema.
El viento me lleva tu aroma en sus alas,
y el tiempo lo borra con manos de escarcha.

Si el cielo rompiera los hilos del sino,
desgarrando el velo de lo clandestino,
quizás nuestras sombras, errantes y mudas,
hallarían refugio en la misma luna.

Mas todo se pliega, mas todo se cierra,
como olas que juegan sin nunca tocarse,
como estrellas fugaces que rasgan la tierra,
y arden un segundo sin nunca alcanzarse.

Seguirás en tu mundo, seguiré en mi abismo,
como un sol que persigue su propia utopía.
No es un adiós, es un eco infinito,
que deja encendida tu luz en la mía.

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